jueves, 8 de enero de 2015

Disciplinando a un niño desafiante en edad preescolar (parte II)

Continuamos con el tema de la disciplina aplicada a niños en edad preescolar, el Dr. Heller escribe en respuesta a algunas preguntas que le hacen padres que han leído el artículo anterior. En esta oportunidad, él habla de conflictos con hermanos menores y cómo aplicar disciplina en situaciones complicadas como por ejemplo, cuando usted está en el auto manejando y su hijo empieza a ponerse inquieto. El artículo es muy claro, práctico e interesante, sigue leyendo… En una columna anterior escribí sobre cómo enseñar autocontrol a un niño de 4 años que desafiaba constantemente a sus padres y quebró su eficacia gradualmente. La cuestión principal es cuán a menudo los padres se sienten derrotados por niños pequeños y desafiantes. En ese estado donde se experimenta pérdida de control y la resultante frustración, los padres recurren frecuente y crecientemente a castigos, gritan mucho y también recurren a los golpes. Hay una manera mejor. Una clave para conseguir resultados exitosos en cuanto a disciplina es reconocer que hay rutas viables que funcionarán si los padres aplican consecuencias persistentemente. Este segundo artículo sobre el tema es en respuesta a preguntas enviadas por padres. Por favor note que el mismo no se enfoca en niños con problemas emocionales o neurológicos que probablemente necesiten estrategias adicionales. Una clave para conseguir resultados exitosos en cuanto a disciplina es reconocer que hay rutas viables que funcionarán si los padres aplican consecuencias persistentemente. Otra clave es que las consecuencias deben ser breves y repetidas antes que un gran castigo que se supone, debería arreglar todo, por ejemplo, sacar algo una noche/día en oposición a sacarlo muchos días. Padres frustrados siendo demasiado punitivos sólo puede resultar en falta de obediencia y un niño que pierde conexión con el comportamiento inaceptable original. Para el momento en que los padres buscan asistencia profesional, casi siempre se están describiendo como inconsistentes, lo que asegura que el comportamiento del niño no mejorará. Es sorprendente cuán rápido los niños muy pequeños aprenden que pueden agotar a sus padres y salirse con la suya. Una vez que esa lección fue aprendida, es muy difícil enseñarles a cambiar y que realmente respeten las reglas de sus padres. El tiempo fuera es una de las estrategias más comúnmente usadas con niños en edad preescolar. Muchos lectores plantearon preguntas sobre usar el tiempo fuera en ciertas situaciones donde es difícil de aplicar o el niño es desafiante. Por ejemplo, un padre preguntó: ¿Qué haces cuando un niño se esta portando mal en el auto? Primero que nada, no intente disciplinar a un niño mientras está manejando. Es peligroso. Así mismo, debe examinar el problema y decidir que es lo que realmente se necesita aquí. Por ejemplo, si usted está tratando de hablar por teléfono, algo que no se recomienda en general, pero especialmente cuando tiene un niño en el auto, el niño que está gritando o los niños que pelean en los asientos de atrás pueden estar buscando atención en realidad. O puede ser que el ruido no sea tan terrible si no está tratando de hablar por teléfono. A veces es mejor darse cuenta que ese no es un buen momento para hablar y volver a concentrarse en manejar e interactuar con su hijo. Por otro lado, si el niño realmente está creando problemas, como salirse del asiento del auto (es asombroso cuán rápido algunos niños aprender a hacer esto), lo mejor es estacionar y parar el auto. Los niños generalmente se sorprenden cuando uno hace esto. Si se estaba dirigiendo a un lugar al que el niño realmente tenía ganas de ir, dé una advertencia de que la próxima vez que tenga que parar, va a ser para volver a la casa. Muy frecuentemente los padres se ven obligados a mantener un compromiso con el niño a pesar de su conducta. Esto transmite el mensaje equivocado. Así que, incluso si significa perder una fiesta de cumpleaños, una práctica de fútbol o una cita para jugar, vuelva a la casa si el niño está actuando inapropiadamente. Si usted no le pone un valor elevado a un comportamiento razonable ¿por qué debería hacerlo el niño? Padres frustrados siendo demasiado punitivos sólo puede resultar en falta de obediencia y un niño que pierde conexión con el comportamiento inaceptable original. El reto es más grande si usted debe hacer un recado, por ejemplo recoger a otro niño o comprar algo para la comida. En estos casos usted le explica al niño que va a ser castigado cuando lleguen a la casa. Muchas veces será la pérdida de algún privilegio, como mirar un video o un programa de televisión que sea un favorito de antes de la comida o puede ser sacarle la lectura del padre o la historia antes de dormir esa noche. Puede que no haga el resto de ese viaje más placentero, o incluso los próximos viajes, pero si recuerdas constantemente seguir esto cuando llegas a casa, el niño comenzará a tomarte en serio y su comportamiento mejorará con tu advertencia. Otra madre planteó el problema de un niño de 4 años que es malo o demasiado agresivo con su hermanita de 2 años. Ella afirmaba que había intentado mandarlo a su cuarto y otras consecuencias pero nada funciona con el niño. Por supuesto siempre vas a enfrentar el desafío de saber quién es realmente el culpable aquí. Suele pasar que el hermano menor aprende rápidamente que molestar a su hermano mayor hasta el punto de ser malo hace que éste sea castigado. Así que, a menos que haya visto que es realmente el hermano mayor el que se comporta inapropiadamente, es mejor mandar a ambos a sus cuartos y no escuchar historias sobre quién hizo qué a quién. Pero cuando usted ha visto que el niño más grande ha sido inaceptablemente malo debe probar un enfoque diferente. Lo que se hace usualmente en castigar al niño más grande, pero esto no suele funcionar ya que el mismo está ganando más atención. El niño aceptará la atención negativa como sustituyente de la no atención y esto es una especial fuerza impulsora de conflictos tempranos entre hermanos, donde el “bebé” parece estar obteniendo demasiada atención a los ojos del hermano mayor. Entonces, su estrategia debe ser entrar, ignorar al niño ofensor, abalanzarse sobre la víctima e irse con ésta para proveerle calma y algo de atención. Esto cambia las reglas del juego. El niño más grande empezará a darse cuenta que mientras más se las agarre con su hermana menor, más atención ella recibe y él deberá pensar en qué otra cosa puede hacer! Sí, hay un riesgo de que, como se mencionó anteriormente, la niña más pequeña aprenda a usar esto en beneficio propio, pero probablemente usted se de cuenta rápidamente y use la solución de “los dos a sus cuartos”. A veces el niño más grande sube la apuesta para seguir con su juego. Esto suele tomar la forma de persecución del padre y de tratar de entrometerse cuando se le da atención a la hermana menor a través de, prácticamente forzar al padre a castigarlo y así obtener su deseada atención. En esas situaciones, una estrategia es tratar de hacer un tiempo fuera invertido. Usted y su hija se van al cuarto (al cual puede asegurar con llave) y dejan al niño golpear la puerta hasta que se canse de no obtener atención y vaya a hacer otra cosa. El riesgo aquí es que el hermano mayor haga un desastre en algún lado de la casa para castigar al padre por no prestarle atención. Eso deberá enfrentarse después y repito, es mejor con una consecuencia en la cual se le saca tiempo a pasar con él además de que limpie o pierda incluso más privilegios. La atención de los padres es todavía una de las consecuencias más poderosas que usted tiene a su disposición. Una respuesta alternativa al niño que anda detrás suyo es parar, arrodillarse, mirarlo a los ojos y explicarle que si el sigue comportándose así, usted continuará pasando tiempo con su hermana y que si él quiere su atención, tiene que parar, ir a su cuarto y jugar silenciosamente por algunos minutos hasta que usted termine con su hermana. La idea es usar las conductas negativas del niño como la razón para continuar lo que él quiere cambiar y preparar el camino para que la conducta deseada reciba la recompensa que él preferiría. Este concepto de que continuar el comportamiento indeseado resultará en pérdida de atención en vez de en una crisis parental, es crucial para enseñarle responsabilidad por su conducta a un niño pequeño (en realidad a niños de cualquier edad). Es cierto que un niño pequeño puede no comprender el concepto del tiempo, pero usted puede hacerlo visual y concreto mediante un afiche. Debes mantener las consecuencias en el campo del niño, no el tuyo. Por ejemplo, cuando un niño sigue levantándose de la cama a la noche dígale: “no puedo hacerte quedar en la cama (es muy importante admitir los límites de lo que puedes controlar, no puedes controlar el comportamiento, sólo las consecuencias) pero cada vez que te levantes de la cama voy a sustraer 1 minuto de nuestros 10 minutos en los que te cuento una historia en la cama mañana a la noche. Tú lo decides. Ya tuvimos nuestros minutos de historia esta noche y nuestro tiempo de abrazarnos y ahora tengo algunas tareas que hacer. Si sigues interrumpiendome, entonces tendré que sacar tiempo extra de mañana a la noche en vez de pasarlo contigo. Es cierto que un niño pequeño puede no comprender el concepto del tiempo, pero usted puede hacerlo visual y concreto mediante un afiche o cualquier cosa que se puede colgar y en la que se pueda escribir, escriba los números del 0 al 10, y empiece a tachar los números cada vez que tenga que hablar con el niño. La próxima vez siga las reglas y dele solo el tiempo que queda en el afiche, incluso cero si es lo que quedó. Repito, puede que los niños pequeños no lo comprendan en el primer intento, pero si se continúa ellos aprenderán y usted evitará la evolución de un problema nocturno crónico. De igual forma, cuando un niño sale constantemente de su cuarto durante el tiempo fuera o golpea las paredes y puertas cuando se supone que tiene que estar en silencio, use un temporizador para manejar la situación. Es importante recordar que el mensaje es que usted no puede controlar el comportamiento del niño, solo las consecuencias. Entonces, cada vez que usted necesite reprender a su hijo por salir de su cuarto o hacer mucho ruido, puede resetear el temporizador y el castigo seguirá extendiendose hasta que el niño termine sus 5 minutos en tiempo fuera. “Depende de ti si quieres hacer que el castigo dure más.” Los puntos principales aquí son: 1. Para niños pequeños, usted necesita aplicar consecuencias breves y repetidas con frecuencia para que el aprendizaje tome lugar. 2. La atención de los padres debería ser dada juiciosamente para el buen comportamiento ya que tiene una poderosa influencia en la conducta de un niño en edad preescolar. 3. Acepte y enfatice que no puede controlar la conducta, sólo las consecuencias. 4. Una vez que tenga un buen plan, entonces su persistencia y paciencia lo harán funcionar. Tomado de http://www.psyciencia.com/2012/06/09/disciplinando-a-un-nino-desafiante-en-edad-preescolar-parte-2/

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