jueves, 15 de enero de 2015

A la mayoría de los adolescentes se les pasa la conducta autodestructiva con la edad

Sin embargo, en los que no ocurre esto aumenta el riesgo de desenlaces desfavorables para la salud mental, incluido el suicidio Un estudio demográfico a gran escala muestra que uno de cada 12 adolescentes tienen comportamiento autodestructivo pero la gran mayoría lo deja de tener espontáneamente al llegar a la edad adulta. No obstante, los investigadores advierten que puesto que el daño autoinfligido es uno de los factores pronósticos más potentes del suicidio consumado, junto con otros trastornos mentales frecuentes como depresión y ansiedad, puede ser un componente importante y no obstante en gran parte no reconocido de la prevención del suicidio. Investigadores del King’s College London Institute of Psychiatry en el Reino Unido determinaron que de las personas que incurrían en daño autoinfligido durante la adolescencia, 90% lo suspendían de manera espontánea, en tanto que el 10% restante seguía su comportamiento autodestructivo en la edad adulta. Además, un pequeño subgrupo de participantes en el estudio inició el comportamiento autodestructivo en una etapa temprana de la edad adulta. Cuando los investigadores analizaron este subgrupo observaron que estos individuos tenían más posibilidades de haber presentado depresión y ansiedad en los años de su adolescencia. El investigador principal, Dr. Paul Moran, dijo a los reporteros que asistieron a una conferencia de prensa: «El daño autoinfligido fue frecuente pero la mayoría lo suspendía. No obstante, los adolescentes que tienen conducta autodestructiva a menudo tienen dificultades emocionales graves». El estudio se publicó recientemente en la versión en línea de The Lancet. Seguimiento de la evolución natural Aunque los hallazgos son un poco tranquilizantes, el Dr. Moran añadió que resaltan la importancia de reconocer y abordar los signos de ansiedad persistente en la juventud para evitar la evolución a los problemas de salud mental en el futuro —incluido el comportamiento suicida—. El daño autoinfligido es uno de los factores pronósticos de suicidio consumado y es más frecuente en mujeres jóvenes de 15 a 20 años de edad, en quienes están aumentando las tasas de frecuencia. Sin embargo, los investigadores hacen notar que el conocimiento de su evolución natural es escaso, sobre todo durante la transición de la adolescencia a las primeras etapas de la edad adulta. Este estudio longitudinal, dice el Dr. Moran, representa la primera vez que se ha hecho seguimiento de la evolución natural del comportamiento autodestructivo. Para describir su evolución desde la adolescencia media hasta las primeras etapas de la edad adulta, los investigadores hicieron seguimiento a una muestra de individuos jóvenes del estado de Victoria, Australia, durante el periodo de 1992 a 2008 y recopilaron los datos de daño autoinfligido en nueve periodos de seguimiento durante todo el estudio. La media de edad de los participantes era 15 años al ingresar en el estudio y 29 años al final del seguimiento. Más frecuente en las niñas En la muestra total de 1802 participantes en la fase adolescente, 149 (8%) comunicaron daño autoinfligido entre los 14 y los 19 años de edad. Más niñas (10%) que niños (6%) tenían comportamiento autodestructivo, lo que se tradujo en un incremento de 60% en el comportamiento autodestructivo en las niñas en comparación con los niños (cociente de riesgos: 1,69; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,2 a 2,2). El Dr. Moran dijo que las heridas cortantes y las quemaduras eran las formas más frecuentes de daño autoinfligido, un hallazgo que concuerda con los datos derivados de otros estudios transversales realizados en personas jóvenes. El Dr. Moran dijo: «Al parecer esto es un fenómeno que afecta principalmente a las mujeres adolescentes, aunque algunos adolescentes del género masculino también tenían comportamiento autodestructivo». El comportamiento autonocivo también se relacionó de manera independiente con síntomas de depresión y ansiedad (cociente de riesgos instantáneos [CRI]: 3,7; IC del 95%: 2,4 a 5,9), conducta antisocial (CRI:1,9; IC del 95%: 1,1 a 3,4), consumo de alcohol de alto riesgo (CRI: 2,1; IC del 95%: 1,2 a 3,7), consumo de cannabis (CRI: 2,4; IC del 95%: 1,4 a 4,4) y tabaquismo de cigarrillos (CRI: 1,8; IC del 95%: 1,0 a 3,1). Periodo de vulnerabilidad El investigador asociado, Dr. George C. Patton, profesor de investigación en salud del adolescente, University of Melbourne, Australia, dijo que aunque no están del todo claros los mecanismos subyacentes al fenómeno de comportamiento autodestructivo en la adolescencia, al parecer es un problema de control emocional que puede tener una base biológica. El Dr. Patton dijo que al sentirse abrumados por emociones que parecen intolerables, los adolescentes pueden recurrir al daño autoinfligido como un medio de hacer frente a estos sentimientos. Añadió que el periodo de vulnerabilidad para el daño autoinfligido al parecer se inicia en torno a la pubertad. «Si se valora a dos niñas adolescentes de 14 años de edad, una a finales de la pubertad y otra a principios de la pubertad, el riesgo de daño autoinfligido para la niña en la pubertad tardía es casi cinco tantos mayor que para la niña en la pubertad inicial». Dijo: «No sabemos exactamente por qué ocurre así pero puede ser que tenga algo que ver con los cambios biológicos que ocurren alrededor de esa época. Hay tremendos cambios en el medio hormonal y sabemos que estos desencadenan emociones sobre todo en las niñas jóvenes. Así mismo, ocurren cambios formidables en algunas de las estructuras del cerebro, como en la amígdala, que son muy importantes para generar las emociones». El Dr. Patton añadió que el riesgo de daño autoinfligido «disminuye con mucha rapidez» a medida que los adolescentes se acercan a la edad adulta. De nuevo, no está claro el mecanismo exacto, pero puede ser atribuible a la maduración de la corteza prefrontal, la cual «interviene decisivamente en la regulación emocional y en la planeación y la resolución de los problemas». Vía rápida a la edad adulta Sin embargo, añadió, está claro que el fundamento del daño autoinfligido no sólo son los factores biológicos y que el medio ambiente y el contexto social «contribuyen considerablemente». El Dr. Patton dijo: «Sabemos con base en este y otros estudios que son las personas jóvenes las que están en la vía rápida a la edad adulta —los jóvenes que están al margen de sus familias, al margen de la escuela que se involucran en una actividad sexual precoz, los que consumen alcohol y otras drogas en una edad temprana —este grupo de niños es el que tiene más riesgo de sufrir daño autoinfligido. Añadió: «Estamos hablando de un periodo de vulnerabilidad que persiste hasta mediados de la adolescencia donde creemos que el tejido social de las personas jóvenes es muy importante. Las personas jóvenes se protegerán más del daño autoinfligido mediante los vínculos satisfactorios y una relación ademada con sus familias, con la escuela, con la participación escolar y su entorno local así como las relaciones satisfactorias con sus compañeros». En un editorial concomitante, el profesor Keith Hawton, director del centro para Investigación del Suicidio, University of Oxford, Reino Unido, y el Profesor Rory C. O’Connor, University of Stirling, Reino Unido, hacen notar que el estudio ofrece «tranquilidad a los padres de adolescentes con comportamiento autodestructivo y a los organismos sanitarios y educativos». Señalan en su comentario editorial: «Los profesionales clínicos pueden ofrecer estímulo a las personas jóvenes que incurren en daño autoinfligido al igual que a sus familias. Sus hallazgos plantean interrogantes importantes que son pertinentes para la prevención del daño autoinfligido persistente y el inicio del comportamiento autodestructivo y la conducta suicida en las primeras etapas de la edad adulta». ¿Punta del témpano? En la conferencia de prensa, el Dr. Hawton dijo que las estadísticas sobre la prevalencia del daño autoinfligido sólo representan la «punta del témpano». Muchas de las estimaciones previas del daño autoinfligido, dijo, están basadas en datos de centros adonde los adolescentes acuden para tratamiento, como los servicios de urgencias de hospitales y otros servicios clínicos. «Estimamos que uno de cada ocho acuden a atención clínica o van al hospital. Estos son los casos manifiestos, pero por debajo de estos y ocultos en alto grado están los jóvenes con daño autoinfligido a nivel de la población». El estudio actual, añadió, posiblemente brinda una estimación más exacta, aunque es posible que de todas maneras sea una subestimación. Entre los individuos de todas las edades que mueren por suicidio, 50% a 60% tienen un antecedente de daño autoinfligido y de éstos 25% acudieron al hospital con daño autoinfligido en el año previo, dijo el Profesor Hawton. El Dr. Niall Boyce, psiquiatra y editor en jefe de The Lancet, dijo que el diseño longitudinal del presente estudio esclarece la causa del daño autoinfligido. Así mismo, hace notar, proporciona información importante en torno al pronóstico. El Dr. Boyce dijo: «Creo que el estudio contribuye formidablemente a la bibliografía y tuve el placer y el honor de poder participar en el proceso hasta su publicación». Los autores y los editorialistas han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. Referencias: Lancet. Published online November 17, 2011. Study abstract Editorial extract Copyright 2012 WebMD, Inc. Todos los derechos reservados. Queda expresamente prohibida la reproducción y la distribución total o parcial de los Contenidos de Medscape o de Medcenter sin la autorización previa y por escrito de WebMD. Autora: Caroline Cassels Tomado de: https://pensamientos2011.wordpress.com/2012/01/28/a-la-mayoria-de-los-adolescentes-se-les-pasa-la-conducta-autodestructiva-con-la-edad/

miércoles, 14 de enero de 2015

Conductas autodestructivas se pueden prevenir

Fomentar un sentido de identidad propia, velar por su salud mental y desarrollo integral, y propiciar un ambiente de tolerancia y de expresión de las emociones, son algunos factores que contribuyen a prevenir las conductas autodestructivas en los y las adolescentes. Así lo manifestaron los participantes en la mesa redonda Conductas autodestructivas en los y las adolescentes y su impacto en el ámbito educativo, organizada por la Sección de Psicopedagogía de la Escuela de Orientación y Educación Especial de la Facultad de Educación. Contó con la participación de la Licda. Lucía Recia, de la Sección de Psicopedagogía; el Dr. Mauricio Campos, de la Línea Cuenta Conmigo de la Caja Costarricense de Seguro Social; la Licda. Isabel Villalobos, de la Fundación Rescatando Vidas, y el Prof. Juan José Flores, de la Asociación Arte para Ayudar. La Licda. Lucía Recia dijo que en investigaciones realizadas se observó que no todas las personas sometidas a situaciones de riesgo sufrían enfermedades o padecimientos de algún tipo, sino que, por el contrario, había quienes superaban la situación y hasta surgían fortalecidos de ella, a lo cual se le denomina en la actualidad resiliencia. También se notó que todos los sujetos que resultaron resilientes tenían, por lo menos, una persona, que los aceptó en forma incondicional, independientemente de su temperamento, su aspecto físico o su inteligencia. El Dr. Mauricio Campos comentó que el suicidio juvenil se ha venido incrementando año con año, especialmente a partir del 2000 cuando se registraron 195 casos de personas menores de 35 años. También en el 2003 murieron 27 menores por esta misma causa. Al respecto, explicó que el suicidio es un proceso que se desarrolla paulatinamente y es multicausal y multifactorial. Un adolescente no toma la ruta del suicidio porque quiere morir, sino para dejar de sentirse infeliz o para dar una lección a quienes lo rodean, y si lo intentó alguna vez es más fácil que lo vuelva hacer. Agregó que el joven siempre da señales de suicidio, que se manifiestan en cambios agudos en el humor y la conducta, inhibición social, comportamientos riesgosos e ideas acerca de la muerte. En este sentido, apuntó que para prevenir estos casos es importante hablar con él o ella, detectar los síntomas y brindarle la intervención oportuna. Además, de velar por su salud mental, no presionarlo excesivamente, fomentar la interacción con el sexo opuesto y darle esperanzas de vida. También se debe proporcionar información a los estudiantes, profesores, padres de familia y personas que lo rodean acerca de cómo actuar en estos casos, y dar asesoría a los medios de comunicación en cuanto al tratamiento de este tipo de noticias. Asimismo, la Licda. Isabel Villalobos apuntó que el suicidio ocupa el tercer lugar por causa de muerte en el mundo, y nuestro país se ubica en el décimo puesto. Mencionó que algunas de las señales de suicidio que presentan los niños son trastornos de sueño, irritabilidad, falta de atención, pérdida de apetito, tendencia a alejarse de sus amiguitos, y si es muy tímido se vuelve extrovertido. Para el Prof. José Flores los mayores problemas que enfrentan las y los educadores para tratar estos casos son la desintegración familiar y la negación del problema. Tomado de: http://www.ucr.ac.cr/noticias/2005/6/23/conductas-autodestructivas-se-pueden-prevenir.html

domingo, 11 de enero de 2015

Historia de intentos de suicidio de los padres incrementaría el riesgo de suicidio de los hijos

Los intentos de suicidio de un padre puede aumentar hasta cinco veces el riesgo de intentos de suicidio de sus hijos. Así lo encontró un estudio prospectivo realizado por el Centro Médico de la Universidad de Pittsburg que siguió por 6 años a los padres con historia de trastornos del estado de ánimo. En la investigación se tomó en cuenta la historia de los intentos previos de suicidio de los niños y la posible transmisión familiar de los trastornos del estado de ánimo. Hecho esto, se realizaron diversos análisis que permitieron conocer que el 57% de los padres participantes (191) había intentado suicidarse y 6.3% (44) de los 704 hijos había intentado suicidarse antes de participar en el estudio, mientras que el 4.1% (29) de los niños intentó suicidarse mientras se llevaba a cabo este estudio. Los investigadores explican que la agresión impulsiva fue importante precursor del trastorno de ánimo y resaltan la importancia de intervenciones destinadas a evitar que los jóvenes de alto riesgo familiar lleven a cabo intentos de suicidio. Si quieres mayor información, te invitamos a leer la investigación completa que fue publicada en la revista científica JAMA Psychiatry. Fuente: ScienceDaily Tomado de: http://www.psyciencia.com/2015/01/13/historia-de-intentos-de-suicidio-de-los-padres-incrementaria-el-riesgo-de-suicidio-de-los-hijos/

sábado, 10 de enero de 2015

No es tan fácil tener 6 años

¿Quién no pasó por esa etapa en la que estaba tan asustado que quería dormir con sus padres o que éstos revisaran debajo de su cama o adentro de su armario? Si como padre estas viviendo este momento con tu hijo, entonces este artículo es para tí, el Dr. Heller te cuenta las razones de estos comportamientos y lo que puedes hacer. Consulta: Mi hijo de 6 años estaba bien, de repente tuvo una pesadilla y ahora no nos deja solos a la noche. Siempre nos pide que revisemos su armario y miremos bajo su cama e incluso su ventana. Le preocupa que alguien vaya a entrar y secuestrarlo. Nosotros seguimos tratando de tranquilizarlo y hemos intentado toda clase de estrategias para ayudarlo, incluso hemos hecho una grabación de nuestras voces para que el escuche. Nada parece funcionar y, o bien tenemos que quedarnos con el hasta que se duerma, o insiste en dormir en nuestro cuarto. ¿Por qué un niño aparentemente seguro y feliz se pone inesperadamente tan problemático? ¿Qué sugerencias puede hacer para ayudarlo a recuperar su sentido de seguridad? Dr. Heller: No es inusual que los niños de 5 y 6 años pasen por malos momentos. Ellos experimentan un período de transición de los años de preescolar a los de escuela, que requieren que el niño se mueva un poco más lejos de casa, literal y figuradamente. Para algunos esto pasa sutilmente, para muchos otros significa el aumento de algunas vulnerabilidades subyacentes que no habían sido puestas a prueba antes y el resultado es la aparición de algunos síntomas de distress. No se alarme, esto también pasará. Pero entendámoslo mejor y examinemos algunas formas de ayudarlo a pasar más fácilmente. Mortalidad: uno de los cambios importantes del desarrollo que toma lugar a ésta edad es la comprensión de que la gente y los animales mueren. Que la muerte es algo final, no es caerse y levantarse. La edad específica en que se descubre esto depende del grado de conciencia y de las experiencias del niño. Es con frecuencia anunciada con la necesidad de tener un entierro formal de ese pez dorado que flota en la parte superior de la pecera ¡Tirarlo en el inodoro y estirar la cadena ya no es aceptable! Es reflejado muchas veces en las preguntas repentinas sobre dónde va la gente cuando muere o que les pasa a sus cuerpos cuando se los pone bajo tierra. Las dudas pueden ser disparadas o exacerbadas por una pérdida real (por ejemplo, la de un abuelo) o un libro o video que contiene la muerte de un personaje principal que anteriormente no eran tan importante, pero ahora genera distress y posibles pesadillas. En el mundo de hoy estamos rodeados de historias de muerte y pérdida en los medios y es difícil no exponer a los niños a esto. monster-incEntonces el niño, que se sentía seguro con respecto a él y sus padres, súbitamente empieza a preocuparse de que algo le pueda pasar a él o a aquellos que lo cuidan. Este último punto es en realidad la razón por la cual el niño necesita dormir en el cuarto de sus padres o de volverse pegajoso con la madre, incluso a pesar de haber sido históricamente muy dependiente. Los niños saben intuitivamente cuán dependientes son de sus cuidadores. La escuela: A pesar de que muchos niños ya han ido a la guardería o a preescolar, empezar la escuela pública contiene un aura totalmente diferente. Los niños saben, especialmente cuando tienen hermanos más grandes, que éste es el comienzo de un proceso irreversible de tener que crecer, un grado a la vez. Las escuelas primarias son edificios grandes comparados a aquellos lugares previos a los que iban, y están llenos de niños grandes y adultos. Algunos niños simplemente no están listos para este compromiso. Es interesante que no sólo los niños que no están listos en lo relacionado a desarrollo, para esta etapa tienen problemas con esta transición. Los chicos que experimentan una vida familiar maravillosa, íntima y cuidadosa y que van confiadamente a lugares sin sus padres, pueden resistirse fuertemente al sentido de que ha llegado el tiempo de dejar ir esa etapa de la vida. En el mundo de hoy estamos rodeados de historias de muerte y pérdida en los medios y es difícil no exponer a los niños a esto Otro aspecto de empezar la escuela, especialmente en el mundo moderno donde se pone mucha energía en el desarrollo temprano de las habilidades, es que se les pide a los niños pequeños que elijan el trabajo en vez del juego. Repito, para algunos niños, es excitante pasar a esta fase de la vida, pero otros reaccionan negativamente al percibir que deben renunciar o perder algo de importancia, llamado la libertad de jugar sin fin. Cuando crezca ¿te casarás conmigo mami?: esta clásica cuestión del niño fantaseando casarse con sus padres es todavía debatida entre los especialistas en el desarrollo del niño sobre sí es en verdad un fenómeno universal, pero tantos padres han experimentado esa pregunta que hay poca duda en mi mente de que es una experiencia bastante común para muchos niños. La idea es simple, hay un apego al padre, el niño experimenta un deseo de conexión total y permanente, y hay celos y enojo hacia el otro padre que es el que tiene ésta conexión. Es alrededor de esta edad que los niños se dan cuenta de que no pueden casarse con sus padres, lo cual es una triste pérdida de una importante fantasía, pero existe también un miedo constante de que el otro padre se enojará con él niño por tratar de robar al padre especial. Resumen y conclusiones: el punto principal es que hay un número de transiciones difíciles que el niño tiene que manejar a esta edad. No es sorpresivo entonces que puedan desarrollar bruscamente un sentido de vulnerabilidad que no era evidentemente antes de esta edad. Los niños pueden responder al problema con regresión (no querer crecer, hablar como bebés y perder, de forma temporal, el entrenamiento del baño) o mediante el miedo al mundo que los rodea. Lo último puede ser provocado por la exposición a videos, películas, noticieros, que explotan uno de los temores subyacentes mencionados anteriormente. Los padres tienden a querer sacar rápidamente cualquier dolor que el niño experimente pero primero es esencial admitir los miedos, permita/estimule al niño a que exprese lo mejor posible Debemos concentrarnos en la normalidad de estos problemas y la expectación de que los síntomas de ésta lucha pasarán en cuestión de semanas. Para asistirlo en ese pasaje, es importante que como padres estén calmados y sean comprensivos. Una estrategia fundamental es validar los miedos del niño antes de tranquilizarlo. Los padres tienden a querer sacar rápidamente cualquier dolor que el niño experimente pero primero es esencial admitir los miedos, permita/estimule al niño a que exprese lo mejor posible (en palabras o dibujos o cualquier otra forma de expresión) lo que lo está molestando, y sea compasivo con él. A veces esto ayuda a recordar tener miedos y sentimientos similares a esa edad. Decirle al niño que no hay necesidad de estar preocupado transmite un mensaje de que esos sentimientos no son normales y a menudo deja lo con la sensación de que los padres no lo comprenden en realidad. En su lugar, hable sobre lo difícil que es ser tan pequeño en un mundo de adultos y que usted lo ayudará a encontrar formas de sentirse seguro. Mire debajo de la cama y pase un tiempo extra en el cuarto del niño, preferentemente sentado en una silla cerca de él, mientras éste se queda dormido. Desaliente la idea de que el niño vaya a dormir a su cama pero acepte el hecho de que el puede despertarse en la noche y subirse a su cama. Permita algunas subidas a su cama o algunos comportamientos regresivos. Si el padre está validando y evita ser atrapado tratando de “arreglar” al niño, esta etapa debería pasar y ¡usted puede esperar el próximo desafío! Texto traducido por Alejandra Alonso con permiso del Dr. Kalman M. Heller Tomado de: http://www.psyciencia.com/2012/06/11/no-es-tan-facil-tener-6-anos/

viernes, 9 de enero de 2015

Disciplina y los padres solteros

Seguramente uno de los momentos más complicados en la familia es tener que enfrentar una separación o un divorcio. Los cambios son grandes, dolorosos y afectan a todos sus miembros. El Dr. Heller centra su análisis en los problemas conductuales que puede exhibir un niño en respuesta ésta situación, su explicación y, por supuesto, las estrategias que pueden ser más útiles. Suena el teléfono. Espero que no sea la guardería otra vez… David ha estado pasando tiempos difíciles desde que se fue su padre… se ha puesto mandón y beligerante, no me escucha. Definitivamente está siendo más agresivo ¿Qué le voy a decir a su maestra? Si no puedo lidiar con él en casa, no tengo ningún consejo para darle. Anoche fue un ejemplo típico, le dije que apagara la televisión y viniera a la mesa para cenar. El quería comer en el salón familiar así podía seguir viendo su programa. Lo apagué, él lo volvió a prender y me enojé tanto que le grité que se fuera a vivir con su padre. Cinco años y yo siento que él está manejando las cosas. Esta historia es muy común. Una familia se divide y los niños empiezan a portarse mal. La madre suele cargar con la gran responsabilidad de manejar dicha situación y, plagada de culpa por los efectos del divorcio en el niño, se le hace difícil ser firme. Su energía está agotada por las preocupaciones financieras, los continuos conflictos con el padre del niño, preocupaciones sobre su propio futuro y tiene menos tiempo que nunca para encargarse de todo. El niño responde a la sensación de la angustia de su madre portandose peor. De alguna forma, necesitan el mensaje de que, a pesar del divorcio, ellos van a estar bien y siguen estando protegidos y siendo amados. Suena el teléfono. Espero que no sea la guardería otra vez… Una forma importante de lograr esto es ser capaz de mantener estrategias de disciplina constantes y efectivas, asegurandole al niño de ésta manera, que usted sigue a cargo. Esta madre debe dejar a un lado su culpa y encontrar formas de tratar la angustia de su hijo. Puede hacerlo mediante un abordaje preventivo, por ejemplo, anticipar problemas que los niños puedan tener con tiempo, planificación y transiciones. David no debería tener permitido mirar la televisión a las 17:30 si la cena estará lista a la mitad del programa. Si él ya está en eso, déjelo terminar. Nosotros mismos podemos soltar una rabieta si nos sacan nuestro programa. También puede tratar de dar advertencias de tiempo, especialmente si es algo que el niño ha visto ya muchas veces. Una forma importante de lograr esto es ser capaz de mantener estrategias de disciplina constantes Con esto quiero decir “David, tienes 5 minutos mas y luego tienes que apagar la televisión”, seguido de “3 minutos y ya”, después “falta 1 minuto”, y, finalmente, “tiempo de apagar la televisión, David”. Usar un reloj puede ser de ayuda para ilustrar la advertencia al niño. Siendo que David tiene 5 años, involucrarlo para que ayude a poner la mesa es buena idea. Esto requiere un alejamiento del televisor antes de la cena y crea un tiempo juntos. Estas estrategias son particularmente buenas para niños que tienen problemas con las transiciones. A pesar de tus mejores esfuerzos, David puede resistirse y probar tus límites. En esos momentos, el desafío es evitar meterse en una lucha por el poder (“lo harás porque yo lo digo”). Recuerda, no puedes controlar la conducta de otra persona, incluso la de un niño pequeño. Las consecuencias son lo único sobre lo que tienes control. El niño siempre tiene alternativas sobre lo que va a hacer. Tu meta es influir en esa alternativa mediante la educación y las consecuencias. Recuerda, no puedes controlar la conducta de otra persona, incluso la de un niño pequeño. Las consecuencias son lo único sobre lo que tienes control Generalmente es de mucha ayuda comenzar por reconocer los límites de tu poder: “Tienes razón David, no puedo HACERTE venir a la mesa y comer con nosotros, pero si no vienes esto es lo que pasará.” La lista de opciones puede ser infinita: no jugaremos nuestro juego después de comer, no te leeré una historia antes de ir a dormir (la atención de los padres es una cuestión muy importante), dejaré tu comida en la mesa, no serviré tu comida, no podrás mirar la televisión por un período de tiempo, etc. Elija una opción que se adapte a su estilo y que pueda ser llevaba a cabo con cierta consistencia. Presente las consecuencias tan calmadamente como sea posible (el niño lo toma más en serio cuando usted no grita). La disciplina, por supuesto, no es sólo castigos Si este es un problema común, puede hacer un gráfico y recompensar a David con una estrella cada vez que vaya a la mesa y/o ayude sin necesidad de gritos. Naturalmente, las estrellas deben convertirse en algo positivo para el niño. No, esto no es sobornar (eso es cuando le pagas a la gente para que hagan algo que no deben). Si puede establecer disciplina consistente, en la mayoría de las circunstancias su hijo será más cooperativo. Lo más probable es que esto resulte muy tranquilizador para el niño en este momento donde hay tantos cambios familiares. Consecuentemente debería extenderse al ámbito escolar, por lo que usted recibirá menos de esas llamadas telefónicas. Mientras tanto, usted debe aceptar que, a pesar de que ser una madre o un padre soltero le trae más cargas (menos ayuda en los ajetreos, si es que la había antes), no necesita compensar la ausencia del otro padre y elimina el deber de coordinar con éste dentro de su propia casa. Es decir que puede establecer su propio sistema y aprender cómo hacerlo funcionar. A veces esto es más sencillo. Tomado de http://www.psyciencia.com/2012/06/17/disciplina-y-los-padres-solteros/