jueves, 15 de enero de 2015

A la mayoría de los adolescentes se les pasa la conducta autodestructiva con la edad

Sin embargo, en los que no ocurre esto aumenta el riesgo de desenlaces desfavorables para la salud mental, incluido el suicidio Un estudio demográfico a gran escala muestra que uno de cada 12 adolescentes tienen comportamiento autodestructivo pero la gran mayoría lo deja de tener espontáneamente al llegar a la edad adulta. No obstante, los investigadores advierten que puesto que el daño autoinfligido es uno de los factores pronósticos más potentes del suicidio consumado, junto con otros trastornos mentales frecuentes como depresión y ansiedad, puede ser un componente importante y no obstante en gran parte no reconocido de la prevención del suicidio. Investigadores del King’s College London Institute of Psychiatry en el Reino Unido determinaron que de las personas que incurrían en daño autoinfligido durante la adolescencia, 90% lo suspendían de manera espontánea, en tanto que el 10% restante seguía su comportamiento autodestructivo en la edad adulta. Además, un pequeño subgrupo de participantes en el estudio inició el comportamiento autodestructivo en una etapa temprana de la edad adulta. Cuando los investigadores analizaron este subgrupo observaron que estos individuos tenían más posibilidades de haber presentado depresión y ansiedad en los años de su adolescencia. El investigador principal, Dr. Paul Moran, dijo a los reporteros que asistieron a una conferencia de prensa: «El daño autoinfligido fue frecuente pero la mayoría lo suspendía. No obstante, los adolescentes que tienen conducta autodestructiva a menudo tienen dificultades emocionales graves». El estudio se publicó recientemente en la versión en línea de The Lancet. Seguimiento de la evolución natural Aunque los hallazgos son un poco tranquilizantes, el Dr. Moran añadió que resaltan la importancia de reconocer y abordar los signos de ansiedad persistente en la juventud para evitar la evolución a los problemas de salud mental en el futuro —incluido el comportamiento suicida—. El daño autoinfligido es uno de los factores pronósticos de suicidio consumado y es más frecuente en mujeres jóvenes de 15 a 20 años de edad, en quienes están aumentando las tasas de frecuencia. Sin embargo, los investigadores hacen notar que el conocimiento de su evolución natural es escaso, sobre todo durante la transición de la adolescencia a las primeras etapas de la edad adulta. Este estudio longitudinal, dice el Dr. Moran, representa la primera vez que se ha hecho seguimiento de la evolución natural del comportamiento autodestructivo. Para describir su evolución desde la adolescencia media hasta las primeras etapas de la edad adulta, los investigadores hicieron seguimiento a una muestra de individuos jóvenes del estado de Victoria, Australia, durante el periodo de 1992 a 2008 y recopilaron los datos de daño autoinfligido en nueve periodos de seguimiento durante todo el estudio. La media de edad de los participantes era 15 años al ingresar en el estudio y 29 años al final del seguimiento. Más frecuente en las niñas En la muestra total de 1802 participantes en la fase adolescente, 149 (8%) comunicaron daño autoinfligido entre los 14 y los 19 años de edad. Más niñas (10%) que niños (6%) tenían comportamiento autodestructivo, lo que se tradujo en un incremento de 60% en el comportamiento autodestructivo en las niñas en comparación con los niños (cociente de riesgos: 1,69; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,2 a 2,2). El Dr. Moran dijo que las heridas cortantes y las quemaduras eran las formas más frecuentes de daño autoinfligido, un hallazgo que concuerda con los datos derivados de otros estudios transversales realizados en personas jóvenes. El Dr. Moran dijo: «Al parecer esto es un fenómeno que afecta principalmente a las mujeres adolescentes, aunque algunos adolescentes del género masculino también tenían comportamiento autodestructivo». El comportamiento autonocivo también se relacionó de manera independiente con síntomas de depresión y ansiedad (cociente de riesgos instantáneos [CRI]: 3,7; IC del 95%: 2,4 a 5,9), conducta antisocial (CRI:1,9; IC del 95%: 1,1 a 3,4), consumo de alcohol de alto riesgo (CRI: 2,1; IC del 95%: 1,2 a 3,7), consumo de cannabis (CRI: 2,4; IC del 95%: 1,4 a 4,4) y tabaquismo de cigarrillos (CRI: 1,8; IC del 95%: 1,0 a 3,1). Periodo de vulnerabilidad El investigador asociado, Dr. George C. Patton, profesor de investigación en salud del adolescente, University of Melbourne, Australia, dijo que aunque no están del todo claros los mecanismos subyacentes al fenómeno de comportamiento autodestructivo en la adolescencia, al parecer es un problema de control emocional que puede tener una base biológica. El Dr. Patton dijo que al sentirse abrumados por emociones que parecen intolerables, los adolescentes pueden recurrir al daño autoinfligido como un medio de hacer frente a estos sentimientos. Añadió que el periodo de vulnerabilidad para el daño autoinfligido al parecer se inicia en torno a la pubertad. «Si se valora a dos niñas adolescentes de 14 años de edad, una a finales de la pubertad y otra a principios de la pubertad, el riesgo de daño autoinfligido para la niña en la pubertad tardía es casi cinco tantos mayor que para la niña en la pubertad inicial». Dijo: «No sabemos exactamente por qué ocurre así pero puede ser que tenga algo que ver con los cambios biológicos que ocurren alrededor de esa época. Hay tremendos cambios en el medio hormonal y sabemos que estos desencadenan emociones sobre todo en las niñas jóvenes. Así mismo, ocurren cambios formidables en algunas de las estructuras del cerebro, como en la amígdala, que son muy importantes para generar las emociones». El Dr. Patton añadió que el riesgo de daño autoinfligido «disminuye con mucha rapidez» a medida que los adolescentes se acercan a la edad adulta. De nuevo, no está claro el mecanismo exacto, pero puede ser atribuible a la maduración de la corteza prefrontal, la cual «interviene decisivamente en la regulación emocional y en la planeación y la resolución de los problemas». Vía rápida a la edad adulta Sin embargo, añadió, está claro que el fundamento del daño autoinfligido no sólo son los factores biológicos y que el medio ambiente y el contexto social «contribuyen considerablemente». El Dr. Patton dijo: «Sabemos con base en este y otros estudios que son las personas jóvenes las que están en la vía rápida a la edad adulta —los jóvenes que están al margen de sus familias, al margen de la escuela que se involucran en una actividad sexual precoz, los que consumen alcohol y otras drogas en una edad temprana —este grupo de niños es el que tiene más riesgo de sufrir daño autoinfligido. Añadió: «Estamos hablando de un periodo de vulnerabilidad que persiste hasta mediados de la adolescencia donde creemos que el tejido social de las personas jóvenes es muy importante. Las personas jóvenes se protegerán más del daño autoinfligido mediante los vínculos satisfactorios y una relación ademada con sus familias, con la escuela, con la participación escolar y su entorno local así como las relaciones satisfactorias con sus compañeros». En un editorial concomitante, el profesor Keith Hawton, director del centro para Investigación del Suicidio, University of Oxford, Reino Unido, y el Profesor Rory C. O’Connor, University of Stirling, Reino Unido, hacen notar que el estudio ofrece «tranquilidad a los padres de adolescentes con comportamiento autodestructivo y a los organismos sanitarios y educativos». Señalan en su comentario editorial: «Los profesionales clínicos pueden ofrecer estímulo a las personas jóvenes que incurren en daño autoinfligido al igual que a sus familias. Sus hallazgos plantean interrogantes importantes que son pertinentes para la prevención del daño autoinfligido persistente y el inicio del comportamiento autodestructivo y la conducta suicida en las primeras etapas de la edad adulta». ¿Punta del témpano? En la conferencia de prensa, el Dr. Hawton dijo que las estadísticas sobre la prevalencia del daño autoinfligido sólo representan la «punta del témpano». Muchas de las estimaciones previas del daño autoinfligido, dijo, están basadas en datos de centros adonde los adolescentes acuden para tratamiento, como los servicios de urgencias de hospitales y otros servicios clínicos. «Estimamos que uno de cada ocho acuden a atención clínica o van al hospital. Estos son los casos manifiestos, pero por debajo de estos y ocultos en alto grado están los jóvenes con daño autoinfligido a nivel de la población». El estudio actual, añadió, posiblemente brinda una estimación más exacta, aunque es posible que de todas maneras sea una subestimación. Entre los individuos de todas las edades que mueren por suicidio, 50% a 60% tienen un antecedente de daño autoinfligido y de éstos 25% acudieron al hospital con daño autoinfligido en el año previo, dijo el Profesor Hawton. El Dr. Niall Boyce, psiquiatra y editor en jefe de The Lancet, dijo que el diseño longitudinal del presente estudio esclarece la causa del daño autoinfligido. Así mismo, hace notar, proporciona información importante en torno al pronóstico. El Dr. Boyce dijo: «Creo que el estudio contribuye formidablemente a la bibliografía y tuve el placer y el honor de poder participar en el proceso hasta su publicación». Los autores y los editorialistas han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. Referencias: Lancet. Published online November 17, 2011. Study abstract Editorial extract Copyright 2012 WebMD, Inc. Todos los derechos reservados. Queda expresamente prohibida la reproducción y la distribución total o parcial de los Contenidos de Medscape o de Medcenter sin la autorización previa y por escrito de WebMD. Autora: Caroline Cassels Tomado de: https://pensamientos2011.wordpress.com/2012/01/28/a-la-mayoria-de-los-adolescentes-se-les-pasa-la-conducta-autodestructiva-con-la-edad/

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